Tipos de Montacargas

En el mundo de la elevación y los ascensores, los montacargas son unos recursos muy apreciados. Quizás no son tan conocidos por el gran público como los ascensores que tradicionalmente hemos visto en nuestras fincas, pero vale la pena que le comentemos sus características principales. Resulta, además, interesante que repasemos juntos los conceptos más relevantes de esta categoría de productos, ya que es normal que la mayoría de personas solo sepa diferenciar el ascensor del montacargas. Esta primera diferenciación es correcta, pero hay muchos más matices en el marco de los montacargas, como, por ejemplo, la existencia, entre ellos, del montacoches.

Desde la invención de los primeros dispositivos de elevación, antes del nacimiento de Cristo, las necesidades tanto de subir y bajar personas, como de hacerlo con objetos y cargas, convivieron. Por lo tanto, puede tener en cuenta que el origen de los montacargas es, prácticamente, tan antiguo como el de los ascensores.

En primera instancia, la opinión generalizada sería que los montacargas constituyen dispositivos de elevación más grandes, pesados y potentes que los ascensores tradicionales. Sin embargo, las diferencias van más allá. No solo frente a los ascensores que usted puede ver en su finca, sino también entre los distintos modelos de montacargas.

Por eso, le ofrecemos este análisis de la diversidad existente en el mundo de los montacargas.

A continuación, las tres categorías principales y distintas tipologías que, a su vez, coexisten en el marco de ellas.

 

Montacargas exclusivos de carga

Los montacargas exclusivos de carga también son conocidos, en el ámbito de la elevación, como ascensores de carga. Estos recursos son los que una gran parte de la población considera, en líneas generales, como montacargas, sin más referencias. En consecuencia, este concepto es el que ha calado, no sin cierto porcentaje de razón, en el imaginario colectivo.

Pero la realidad es más compleja. En este sentido, los montacargas exclusivos de carga se caracterizan por constituir equipos de elevación que se van a utilizar únicamente para transportar mercancías entre las diferentes alturas de un edificio.

Hemos de señalar que, como puede imaginar, estos dispositivos de elevación pueden ser adaptados a las necesidades de utilización de cada cliente. De todas formas, podemos recordarle que los montacargas exclusivos de carga destacan cuentan con unas propiedades comunes, entre las que destacamos, a grandes rasgos, que su plataforma llama la atención por su robustez y seguridad. Como ha sido diseñada, en exclusiva, para el transporte de cargas, sus acabados han sido elegidos en función de su resistencia y sencillez.

Además, hemos de reseñar que las plataformas exclusivas de carga pueden dividirse en varias tipologías:

Plataformas de carga

En la línea de lo que explicamos con anterioridad, serían las que se suelen identificar como los montacargas de referencia. Se trata de las que se emplean para el transporte en exclusiva de mercancías. Por otro lado, tenemos que reseñar que su forma o capacidad pueden variar, ya que dependerán de los requerimientos de los trabajos concretos para los que hayan sido diseñadas. Aparte, por su configuración, ha de tener en cuenta que no valen para transportar personas. En estos casos, el control de la mercancía se tendrá que ejercer siempre de forma remota.

Plataformas de tijera

Reciben esta denominación por la peculiar configuración de su sistema de elevación, que recuerda a este instrumento. Sirven para subir y bajar mercancías, pero, por la posición estable de su máquina de elevación (la cual se diferencia, en este aspecto, de las presentes en las plataformas de carga), son empleadas en las fincas de pocos pisos. Por ejemplo, resultan útiles para algunas mudanzas. Por otra parte, cuentan con distintas aplicaciones viables en los ámbitos industriales.

Minicargas

Por último, los minicargas, en concreto, tienen un papel relevante en el transporte vertical de cargas de poco peso. Por su versatilidad y ligereza, su implantación ha tenido un éxito preponderante en el sector servicios. En negocios tales como hoteles o restaurantes. Asimismo, se suele recurrir a ellas en edificios de oficinas, bibliotecas, instituciones públicas o viviendas unifamiliares.

Montacargas con acompañante

Como habrá deducido, se trata de un producto que, junto a la capacidad de carga del analizado en el apartado anterior, añade la posibilidad de transportar personas.

Que haya personas acompañando la carga siempre da más confianza, pero, lógicamente, tiene que garantizarse su seguridad durante el proceso de transporte. Por consiguiente, la introducción de elementos adicionales y más sofisticados de seguridad es una de las diferencias principales entre los montacargas que permiten transportar acompañantes y los diseñados exclusivamente para llevar mercancías.

Usted habrá visto estos sistemas de elevación en recintos como los de los hospitales, los almacenes y algunas industrias. Se trata de infraestructuras que permiten un tráfico vertical de mercancías que son acompañadas por personas, como unas medidas de control u optimización del transporte, lo que rentabiliza costes y ahorra esfuerzos.

Por otro lado, las prestaciones de estos dispositivos de elevación no difieren excesivamente de las características de los montacargas exclusivos de carga. Lógicamente, sus condiciones pueden ser adaptadas a las necesidades de cada cliente o recinto, pero sobresalen la dureza y envergadura de su plataforma, la cual cuenta, en comparación con la de los montacargas exclusivos de carga, con un extra de seguridad. Sus acabados, por su parte, son simples y han sido testados para neutralizar los efectos del desgaste y de los golpes.

Entre las subcategorías de los montacargas con acompañante, destacamos las siguientes (coinciden, salvo en un caso concreto, con las relativas a los montacargas exclusivos de carga):

Plataformas de carga

Su uso básico consiste en el transporte exclusivo de mercancías con acompañante. En función de su utilización, cambiarán las prestaciones y características de su configuración.

Plataformas de tijera

Se distinguen de las anteriores en que su sistema de elevación parte de una posición estable, lo que las hace especialmente útiles para los trabajos en recintos de pocos niveles de altura, tanto en las industrias como en las fincas.

Montacamillas o camilleros

En última instancia, tenemos que recalcar que estos montacargas con acompañantes son los más singulares. Como habrá podido colegir, se emplean en clínicas, hospitales y centros médicos. El objetivo de su instalación es el transporte vertical seguro de los pacientes que van en sillas de ruedas y camillas. En consecuencia, además de las preceptivas medidas de seguridad, son precisas diversas prestaciones relacionadas con el espacio, el peso, el número de personas, la movilidad, la funcionalidad y la rapidez. Aparte, las condiciones de estos montacamillas o camilleros están reguladas por normativas de obligada aplicación en los centros médicos.

Montacoches

Su propia denominación ya le habrá permitido pensar que se trata del montacargas más original, ya que ha sido ideado para transportar verticalmente unas mercancías concretas. En este caso, los coches. Por tanto, se trata de un montacargas con unas condiciones específicas, adaptadas a un servicio único y particular, el de transportar este tipo de vehículos.

Entres sus características principales, hemos de destacar que compatibiliza tanto el transporte de los coches como el de los acompañantes. Por lo general, sirve para transportar turismos, ya que sus dimensiones y pesos son más homologables y estandarizadas que los de otros vehículos, lo que permite optimizar el espacio empleado para estos fines.

Como en los casos de los montacargas que le presentamos anteriormente, los montacoches cuentan con plataformas muy seguras y robustas y sus acabados, de gran simplicidad, pueden absorber el desgaste inherente al peso y a los golpes de los coches.

Por otra parte, los montacoches son susceptibles de ser usados con distintas finalidades: desde el almacenamiento y la organización de vehículos en stock al aligeramiento de los estacionamientos o transporte de los coches para viajes. Consecuentemente, las prestaciones de cada montacoches se adaptan a sus funciones prioritarias.

Llegados a este punto, conviene revisar las características fundamentales de los dos montacoches de referencia:

Montacoches tipo plataforma

Estos montacoches no llevan cabina cerrada y cuentan con una capacidad de hasta 2500 kilos. Su velocidad se limita a 0,1 m/s y, como mucho, pueden realizar un recorrido de hasta 12 metros. Por último, hemos de reseñar que no requieren el uso de escape o foso.

Montacoches con cabina

Como en los casos de los productos que hemos estado repasando con usted en anteriores apartados, en el de los montacoches también se da una dicotomía que habrá podido observar en otros dispositivos de elevación, lo cual sirve como una especie de conclusión. En todas las categorías de productos y variedades existentes, al interno de ellas se produce una distinción entre los mecanismos más básicos (los que, en la práctica, sirven para subir y bajar mercancías, sin excesiva sofisticación) y elaborados. Lo mismo sucede con los montacoches. En este caso concreto, el montacoches con cabina incorpora una cerrada y con puertas automáticas. No tiene límite de recorrido y puede alcanzar los 0,5 m/s de velocidad, además de levantar una carga de 5.000 kg. Asimismo, su utilización requiere el empleo de foso o escape mínimo.

En definitiva, este análisis de las tipologías más remarcables de montacargas le proporcionará elementos de juicio sobre estos útiles productos de elevación.

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